“Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (1 Corintios 12:7). La unción es la presencia tangible de Dios. Todo lo que Jesús hizo en Su ministerio terrenal fue por medio de la unción y los dones del Espíritu Santo. Dios guía a Su pueblo por medio de la unción. Todas las visiones, revelaciones, impresiones y manifestaciones espirituales deben ser verificadas por la unción. El creyente tiene la unción interior que viene con la presencia del Espíritu Santo. La unción viene para que el creyente entre en el reino del Espíritu por medio de la operación de los dones sobrenaturales. Es a través de la unción que los creyentes pueden ser fructíferos y productivos. La unción de Dios nos enseña y confirma todas las cosas. Debemos aprender a esperar que el Espíritu Santo se mueva y a reconocer la función para la cual Dios nos llamó. Cuando aprendemos a fluir en el Espíritu Santo adquirimos: conciencia; sensibilidad; disponibilidad; pensamientos positivos y obediencia. Es así; que entendemos; cooperamos; y trabajamos bajo la dirección del Espíritu. Debemos aprender a ser dirigidos por el Espíritu. Es muy importante que cada creyente aprenda a moverse y a operar en el Espíritu. Los creyentes deben usar con audacia la unción que Dios ha colocado en ellos para hacer las obras que Jesús hizo. Hay tres pasos que se requieren para ministrar efectivamente en los dones del Espíritu Santo. 1.- Necesitamos los dones de revelación para saber lo que Dios quiere que hagamos. 2.-Necesitamos los dones vocales de manera que podamos hablar lo que Dios desea que digamos sobre una persona, o situación. 3.- Necesitamos los dones de poder para que podamos hacer lo que Dios desea que hagamos. El discernimiento de Espíritus es una percepción sobrenatural dentro del reino espiritual. Dios revela por medio de este don el tipo de espíritu que está detrás de una persona, situación, acción o mensaje. Es un conocimiento en el espíritu que viene a través de una revelación sobrenatural en relación con la fuente, la naturaleza y la actividad de cualquier espíritu. Hay tres arias de actividad espiritual. El espíritu de Dios; El espíritu humano y El reino de Satanás. El Espíritu de Dios se siente a través de las manifestaciones e impresiones que él mismo produce. La Palabra de conocimiento es una revelación sobrenatural por el Espíritu Santo de ciertos hechos, presentes o pasados, sobre una persona, o situación. La palabra de conocimiento puede revelar: 1.- nombres de enfermedades, 2.- nombres de personas o relaciones, 3.- una persona a quien debemos llamar o visitar, 4.- incidencias o circunstancias del pasado. La palabra de sabiduría es una revelación sobrenatural dada al creyente. La palabra de sabiduría opera muy de cerca con el don de discernimiento de espíritus y la palabra de conocimiento. Es una revelación de cómo debemos ministrar a una necesidad en particular. La palabra de sabiduría crea fe para ministrar confiadamente. El don de lenguas es una expresión sobrenatural o inspiración por el Espíritu Santo usando nuestros órganos vocales físicos. El mensaje hablado puede ser en un lenguaje celestial, o humano. El don de interpretación de lenguas es el despliegue sobrenatural efectuado por el Espíritu, dando la explicación o el significado, de una expresión vocal en otro lenguaje. No es una operación o entendimiento de la mente. Es dado por el Espíritu de Dios. Interpretación significa explicar, exponer o desplegar. El don de profecía es una expresión vocal espontánea y sobrenatural de inspiración en una lengua conocida que fortalece, anima y reconforta al cuerpo de Cristo. Es un mensaje directo de Dios para una persona o grupo de personas. La palabra Griega para profecía es “propheteia” que significa expresar la mente y el consejo de Dios. El don de fe es una fe sobrenatural para un momento y propósito específicos. Es un don de poder para realizar cierta tarea en cualquier situación. Cuando la palabra de sabiduría es dada, encenderá el don de fe para llevar a cabo la tarea de acuerdo con el propósito de Dios. El don de fe es recibido por la operación de los dones de revelación. Cuando el don de fe viene, el creyente no se esfuerza para creer. Él sabe lo que está a punto de ocurrir y actúa con denuedo sobre la revelación y sabiduría. El resultado del don de fe es el hacer milagros y los dones de sanidades. El hacer milagros es una intervención sobrenatural de Dios en el curso ordinario de la naturaleza. Es la demostración sobrenatural del poder de Dios por medio de la cual las leyes de la naturaleza son alteradas, suspendidas o controladas. Los milagros siempre confirman la Palabra de Dios y glorifican a Jesús. Los dones de sanidades son la impartición sobrenatural del poder sanador de Dios. Estos son descritos como dones (plural) porque hay muchas maneras de impartir, o ministrar sanidad a los enfermos. La persona que está recibiendo la sanidad ha recibido los dones de sanidad. Los dones de sanidad son manifestaciones sobrenaturales del Espíritu Santo. Son el don de Dios para el cuerpo de Cristo y en particular para aquel que está necesitando la sanidad. ¡Amén!
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julio 25, 2011
Ministrando por medio de la unción
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