.“Y se corrompió la tierra en presencia de Ha-’Elohim, y se llenó la tierra de violencia” (Génesis 6:11). En la actualidad, la raza humana está corrompida, llena de sangre y sin ninguna muestra de arrepentimiento. Esta es la causa por la que Dios está enojado y por la que se dispone a ejecutar Su juicio condenatorio sobre la tierra. La maldad se ha generalizado; la pandemia del pecado y su contagio se disemina y crece cada día más. Cuando esto ocurre, la ruina del hombre no está lejos; los juicios de Dios pueden ser aplazados pero cuando los seres humanos viven como si Dios no existiera ¿Qué puede esperarse? La corrupción del mundo ha estado aumentando por largo tiempo y gradualmente, pero llegará el momento en el que el hombre llenará la medida (la copa) de la ira de Dios. La gente ha elegido el pecado y la muerte en lugar de elegir la vida y vivir en una relación personal con Dios. Como cristiano debemos vivir y caminar por la fe en Dios como lo hizo Noé. Moramos en medio de una generación que perece a causa de la violencia pero es necesario vivir conscientes de lo que somos en Cristo. “Y dijo ‘Elohim a Noé: El fin de toda carne viene ante mí. Por cuanto la tierra se ha llenado de violencia a causa de ellos, he aquí los destruyo con la tierra” (Génesis 6:13). Una de las cosas que más nos preocupan en la actualidad es la violencia de géneros, los feminicidios [la cantidad de mujeres que mueren a mano de su pareja], la violación sexual, los infanticidios etc. “YHVH prueba al justo, Pero su alma aborrece al malvado, y al que ama la violencia” (Salmos 11:5). Dios distingue entre el justo y el impío. El justo puede sufrir pruebas, pero son pruebas que Dios permite para purificar su vida. La palabra prueba (bajan) se usa para referirse a la purificación de los metales por medio del fuego, así es como nuestra fe es purificada. No haga caso omiso de las pruebas, retos y circunstancias que surjan en su paso por la vida. Úselos como oportunidades para crecer. Estos procesos no son para su destrucción, sino para su purificación, sin embargo, no ocurrirá lo mismo con el impío. El salmista les temía a los hombres violentos. “No me entregues a la voluntad de mis adversarios, porque se han levantado contra mí testigos falsos, y aquellos que respiran violencia” (Salmos 27:12). Los enemigos del salmista eran muchos y le acechaban constantemente; espiaban sus debilidades y defecciones. Consciente del peligro que enfrentaba, pide a Dios que su camino sea por lugares llanos y abiertos, no por encrucijadas llenas de salteadores, pues sus adversarios conspiran y se confabulan en su contra. Vivimos en medio de una generación, en la que aun aquellos que están para impartir justicia, no solo se confabulan con los hombres violentos, sino que sus propias manos están llenas de violencia. “Magistrados: ¿Pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos del hombre? Antes, cometéis crímenes a conciencia en la tierra, y vuestras manos sopesan violencia” (Salmos 58:1-2). Cuando los jueces terrenales son corruptos, hay muy poca esperanza de justicia en esta vida. Pero tenga usted la seguridad de que habrá un día en el que se rendirá cuenta y en el que Dios juzgará con justicia. Cuídese de no estar del lado de la injusticia, no sea que usted se encuentre parado ante el Juez de toda la tierra porque le aseguro que no será fácil. “Considera atentamente el Pacto, porque los lugares oscuros de la tierra están llenos de moradas de violencia” (Salmos 74:20). Oremos a nuestro Dios para que ilumine a las naciones de la tierra en tinieblas; y para que rescate a su pueblo, para que el pobre y necesitado alabe su nombre. “Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados oculta violencia” [Esta es la llamada violencia verbal] (Proverbio 10:6). La violencia está literalmente arrastrando a la sociedad a su propia destrucción. “La violencia de los impíos los arrastrará, por cuanto se niegan a obrar con justicia” (Proverbios 21:7). Hay en la sociedad una telaraña de violencia. En muchas ciudades las personas están aterrorizadas porque la violencia asecha por toda parte. Solo en México hay más de cien mil huérfanos a causa de la violencia, esto es desgarrador. Todo esto es una señal de que estamos viviendo en el último tiempo. No nos olvidemos de que en el tiempo de la venida de Cristo, las condiciones sociales serán semejantes a la que existían en los días de Noé y que esta es la causa que provocará al Señor, a desatar los siete sellos, el último sello contiene las siete trompetas y el toque de la última trompeta, es la que trae a la tierra el derramamiento de las siete copas de la ira de Dios. [Este tema es complicado y extenso, así que lo dejaré hasta aquí]. ¡Amén!
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