El entrenamiento básico de un soldado es inútil, si lo aprendido no es puesto en acción. Satanás ha organizado métodos o estrategias para destruir al creyente. Esto es a lo que Pablo se refiere cuando habla de las “asechanzas” del diablo (Efesios 6:11). La palabra “asechanzas” significa engaños. Las “asechanzas” de Satanás son sus estrategias engañosas pero el creyente no ha sido dejado indefenso ante los ataques del enemigo. En Su Palabra escrita Dios ha provisto un manual de estrategias para la guerra espiritual “Para que no ignoremos sus maquinaciones” (2 Corintios 2:11). La palabra “maquinaciones” significa pensamientos o propósitos. La Biblia nos da las estrategias para que nosotros enfrentemos y derrotemos al enemigo. La palabra “enfrentar” significa “actuar en oposición a, impedir, y frustrar”. En el mundo espiritual una contra-estrategia es un plan organizado y un método de oposición a Satanás. Estas contra-estrategia están diseñadas para derrotar y frustrar sus “maquinaciones”. “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19). Satanás ha sido descrito como el “engañador de las naciones” en Apocalipsis 20:3, 7. Satanás es como un león rugiente en el mundo (1 Pedro 5:8). El cuadro de un león rugiente ilustra las tácticas abiertas de terror que Satanás utiliza. Pero Satanás también es descrito como un “ángel de luz” (2 Corintios 11:14-15). Esto describe a Satanás como a un personaje seductor; la seducción es un tipo más sutil y secreto de ataque. Esto significa que Satanás opera tanto abiertamente como en secreto en el mundo. Las actividades de Satanás son variadas, pero siempre son contrarias a los propósitos de Dios. Satanás se opone a la obra de Dios y a la obra de Jesús en el mundo. Él está detrás del espíritu del “anticristo que ya opera en el mundo” (2 Juan 7). Satanás también se opone a la obra del Espíritu Santo en el mundo. Uno de los propósitos del Espíritu Santo es guiar a los hombres a la verdad de la Palabra de Dios. Satanás trata de evitar que la Palabra de Dios llegue a los corazones y vidas de las personas. “Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4). Satanás aflige y tienta a los creyentes en el mundo. “Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano” (1 Tesalonicenses 3:5). Satanás opera mediante el engaño en las estructuras religiosas. Engaña mediante doctrinas falsas, él tiene ministros falsos, maestros falsos, apóstoles falsos, y religiones falsas. Satanás acusa y calumnia a los creyentes. (Apocalipsis 12:9-10). Él siembra dudas en los corazones de los creyentes y está detrás de las persecuciones de los creyentes en el mundo. “No temas lo que has de padecer. El diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados...” (Apocalipsis 2:10). Satanás trata de evitar que el creyente sea efectivo en el servicio cristiano “Por eso quisimos ir a vosotros, yo, Pablo, ciertamente una y otra vez, pero Satanás nos estorbó” (1 Tesalonicenses 2:18). Satanás usa al mundo para seducir a los creyentes a pecar. Tienta mediante la atmósfera del mundo, el ambiente, y el sistema alrededor de ti. (1 Juan 2:15-16). Satanás accede al alma y al espíritu del hombre a través de la carne. Esta estrategia es evidente en la primera tentación del hombre. Satanás usó los sentidos y deseos de Eva para tener acceso a su alma y espíritu. Si Satanás no puede “cegar tu mente” y apartarte de la verdad del evangelio, entonces trata de mantenerte atado a la carne, porque los deseos carnales combaten contra el alma (1 Pedro 2:11). Satanás usa la carne para afectar tu mente “Pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros” (Romanos 7:23). Satanás usa la carne para afectar tu espíritu “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1). Satanás usa la carne para cosechar corrupción (podredumbre, perversión) en tu vida: “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción” (Gálatas 6:8). El mundo, la carne y el diablo combinan sus fuerzas con los demonios para combatir en contra de los creyentes. Cada fuerza puede operar independientemente en contra de los creyentes, pero estas fuerzas están frecuentemente combinadas para atacar a los creyentes. Satanás usa al mundo, con sus ilusiones, encantos, filosofías, y sistemas mundanos, para ganar acceso a la carne. Usa la carne para ganar acceso al alma, la mente y el espíritu. El mundo, la carne y el diablo, ciertamente crean una zona de combate amenazadora! Pero aquí están algunas poderosas contra-estrategias espirituales para vencer a estas fuerzas. En la guerra espiritual tú tiene que estar bajo el control del Espíritu Santo y recibir las instrucciones de tus pastores y líderes espirituales sobre cómo conducirte, cómo vestirte, y cómo combatir al enemigo, (Romanos 12:1-2). Ofrece tu cuerpo en sacrificio vivo a Dios y renueva tu mente. Comprende que no debemos tener confianza en la carne (Filipenses 3:3). La vida en la carne, solo trae corrupción y muerte. En la medida que Dios te revela las áreas que están bajo el control de los deseos carnales, debes pasar a la acción, y “...abstenerte de los deseos carnales que batallan contra el alma” (1 Pedro 2:11). Pablo escribe “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:22-24). La carne debe ser crucificada. “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado, porque, el que ha muerto ha sido justificado del pecado” (Romanos 6:6-7). Tu caminar diario (cómo tú vives) puede ser controlado por Satanás a través de la carne, el mundo, o los poderes demoníacos si tú se lo permites. “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gálatas 5:16). Caminar en el Espíritu significa permitirle al Espíritu Santo de Dios controlar tu conducta y tu vida. La carne no es más poderosa que el Espíritu. Si permites que el Espíritu Santo manifieste Su poder en ti, él vivificará tu cuerpo. “Vivificar” significa llenar de vida. No tenemos que vivir en un estado de muerte espiritual ni tenemos que vivir en pecado. Dios puede vivificar tu espíritu y llenarte de la nueva vida en Cristo. “Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es... (Juan 3:6-7). ¡Amén!
Gracias por esta clara enseñanza
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