agosto 24, 2014

Zona de Combate

(Romanos 6:6-7)

Durante una invasión, un ejército entra en la zona de combate para conquistar a sus enemigos y reclamar el territorio que le pertenece. El entrenamiento básico de un soldado es inútil a menos que lo aprendido sea puesto en acción en ese momento crucial. Pablo se refiere a esto cuando habla de las “asechanzas” del diablo (Efesios 6:11). La palabra “asechanzas” significa engaños. Las “asechanzas” de Satanás son sus estrategias engañosas. Aun cuando el creyente no es dejado indefenso, todos debemos ser precavidos. Dios ha provisto un manual de estrategias [Su palabra] para la guerra espiritual. “Para que no ignoremos sus maquinaciones” (2 Corintios 2:11). La palabra “maquinaciones” significa pensamientos o propósitos. La Biblia nos da estrategias para enfrentar y derrotar todo poder del enemigo. La palabra “enfrentar” significa “actuar en oposición a, impedir, y frustrar”. En el mundo espiritual una contra-estrategia es un plan organizado y un método de oposición a Satanás. Estas contra-estrategia están diseñadas para derrotar y frustrar sus “maquinaciones”.
“Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno” (1 Juan 5:19). Él es descrito como “engañador de las naciones” en Apocalipsis 20:3 y 7. Daniel capítulo 10 identifica un poder demoníaco sobre la nación de Persia que estaba obrando para estorbar la oración de Daniel. Satanás es como un león rugiente en el mundo (1 Pedro 5:8) El cuadro de un león rugiente ilustra las tácticas abiertas de terror que Satanás utiliza. Pero Satanás también es descrito como un “ángel de luz” (2 Corintios 11:14-15). Esto describe a Satanás como seduciendo y apelando a un tipo más sutil y secreto de ataque. Así, Satanás opera tanto abiertamente como en secreto en el mundo. Las actividades de Satanás son variadas en el mundo, pero siempre están dirigidas en contra de Dios, Su plan y Su pueblo. Satanás se opone a la obra de Dios y a la obra de Jesús en el mundo. Él está detrás del espíritu del “anticristo que ya opera en el mundo” (2 Juan 7). Satanás también se opone a la obra del Espíritu Santo en el mundo. Uno de los propósitos del Espíritu Santo es guiar a los hombres a la verdad de la Palabra de Dios. Satanás trata de evitar que la Palabra de Dios llegue a los corazones y vidas de los hombres y mujeres (2 Corintios 4:4).
Satanás aflige y tienta a los creyentes en el mundo (1 Tesalonicenses 3:5) y engaña al mundo. Así es, como él opera en la estructura religiosa del mundo. Engaña mediante doctrinas falsas, él tiene ministros falsos, maestros falsos, apóstoles falsos, y religiones falsas. Satanás también combate en contra de los creyentes que están en el mundo, pero que no son del mundo. Satanás acusa y calumnia a los creyentes (Apocalipsis 12:9-10) Él siembra dudas en los corazones de los creyentes.  Satanás está detrás de la persecución de los creyentes en el mundo “No temas lo que has de padecer. El diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados...”(Apocalipsis 2:10). Satanás trata de evitar que el creyente sea efectivo en el servicio cristiano “Por eso quisimos ir a vosotros, yo, Pablo, ciertamente una y otra vez, pero Satanás nos estorbó” (1 Tesalonicenses 2:18). Satanás usa al mundo para seducir a los creyentes a pecar. Tienta mediante la atmósfera del mundo, el ambiente, y el sistema alrededor de ti.  (1 Juan 2:15-16).
Satanás accede al alma y al espíritu del hombre a través de la carne. Esta estrategia es evidente en la primera tentación del hombre. Satanás usó los sentidos y deseos de Eva para tener acceso a su alma y espíritu. Si Satanás no puede “cegar tu mente” y apartarte de la verdad del evangelio, entonces trata de mantenerte atado a la carne, porque los deseos carnales combaten contra el alma (1 Pedro 2:11). Satanás usa la carne para afectar tu mente “Pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros” (Romanos 7:23). Satanás usa la carne para afectar tu espíritu  “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1). Satanás usa la carne para cosechar corrupción (podredumbre, perversión) en tu vida: “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción” (Gálatas 6:8). El mundo, la carne y el diablo combinan sus fuerzas con los demonios para combatir en contra de los creyentes.
Cada fuerza puede operar independientemente en contra de los creyentes, pero estas fuerzas están frecuentemente combinadas para atacar a los creyentes. Satanás usa al mundo, con sus ilusiones, encantos, filosofías, y sistemas mundanos, para ganar acceso a la carne. Usa la carne para ganar acceso al alma, la mente y el espíritu. El mundo, la carne y el diablo, ciertamente crean una zona de combate amenazadora! Pero aquí están algunas poderosas contra-estrategias espirituales para vencer a estas fuerzas. En la guerra espiritual tu tiene que estar bajo el control de tus superiores. Ellos te dan las instrucciones sobre cómo conducirte, cómo vestirte, y cómo combatir al enemigo. (Romanos 12:1-2). Ofrece tu cuerpo en sacrificio vivo a Dios y renueva tu mente. En el Antiguo Testamento cuando se ofrecía un sacrificio a Dios, la persona que lo ofrecía no tenía más control sobre ese sacrificio. Comprende que los deseos de la carne no son del mundo. Tu no debe tener confianza en la carne (Filipenses 3:3). Entiende que la vida en la carne trae corrupción y muerte. Tu debe instruir la carne para obedecer. Debes aprender las reglas de Dios. Mediante las pruebas que Dios permite en tu vida tendrás la oportunidad de poner estas reglas en acción.
En la medida que Dios te revela las áreas carnales en tu vida, debes pasar a la acción “... que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma” (1 Pedro 2:11). Cuando el Apóstol habla del “viejo hombre” se refiere a la naturaleza carnal. Pablo escribe “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está corrompido por los deseos engañosos, renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:22-24). La carne debe ser crucificada. Debes crucificarla rehusando ser controlado por ella: “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado, porque, el que ha muerto ha sido justificado del pecado” (Romanos 6:6-7). Tu caminar diario (cómo tú vives) puede ser controlado por Satanás obrando mediante la carne, el mundo, o los poderes demoníacos si tú lo permites. No tienes que ser controlado por el mundo, la carne o el diablo. Puedes aprender a caminar en el Espíritu: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gálatas 5:16). Caminar en el Espíritu significa permitirle al Espíritu Santo de Dios controlar tu conducta y tu vida. La carne no es más poderosa que el espíritu. Si permites al Espíritu Santo manifestar Su poder en ti, Él vivificará tu cuerpo mortal de carne. “Vivificar” significa llenar de vida. No tienes que vivir en la muerte del pecado. Dios puede vivificar tu espíritu a una nueva vida. Para ser guiado por el Espíritu debes tener al Espíritu Santo dentro de ti. Debes ser nacido de nuevo del Espíritu: “Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es... (Juan 3:6-7) También debes ser lleno con el Espíritu Santo. ¡Amén!

No hay comentarios:

Publicar un comentario